martes, agosto 30, 2005

Tres días sin mí

Siempre voy de un lado a otro. Este incesante deambular es un sello personal, hasta que llego a un oasis y no salgo de allí en tres días y sólo miro tele (que no tengo y no quiero tener).
Entonces la tv. Cumple con su función, que es atraparte en un montón de imágenes ajenas a tu discurrir mental. La tv. “vive” através de tu pasividad. Esto se ha dicho hasta el infinito, pero ahora se trata de una experiencia.
Sin embargo hay un margen de elección y veo a Chico Buarque y su historia, y sus cantantes brasileños favoritos. Si voy a ser “vivido” entonces que sea así.
Música y baile. Shall we dance, el film original japonés del 96, de Masayuki Suo y la excelente banda sonora de Yoshikazu Suo.La protagonista, una muñequita de caja de música que desearía ver bailar sin fin.

Por supuesto el canal de la moda, hermosas chicas y chicos (que me dejan frio, pero que no dejo de mirar) inevitable, de ese mundo sólo me puedo identificar con los diseñadores.
Algo más cotidiano, la peli española El Traje. “Una de negros en España”
Actua el hermano de Lamin un guineano conocido de allá.
La honestidad del inmigrante y la picaresca del nativo unidos en la sobrevivencia. Hay algo “entrañable” como dicen en España y ahora también acá, en la actitud del “Queso”, algo llano y sencillo que tienen algunos españoles que te desarma.

Sólo salí una vez en esos tres días, a comprar cerveza, a 2 kl. De la casa, frente al lago al atardecer. De vuelta comenzó a llover.

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