Esperando por la nieve
Para hoy el informe del tiempo anunciaba nieve. Lo leí hace unos días en la sección clima del periódico. El frío no ha decaído y de acuerdo con el informe, hoy sentí mas frío que nunca. Al mediodía me senté a comer con abrigo y con capucha, mientras un fuego esquivo se agazapaba entre los leños.
Trate de leer en las nubes, buscaba una confirmación y cierto, aunque nadie se fijaba en ello, las nubes se arremolinaban y conformaban capas grises, justo como cuando va a nevar.
En los días anteriores trate de ser el mensajero de esta nevada.
Nadie pareció creerme. Bien por ellos, está vez estaban en lo cierto.
Fui el mensajero frustrado de lo que me pareció una buena nueva, porque no se trataba de sentir frío sin mas, sino de que ocurriera un hecho inusitado en estos parajes, un espectáculo y también la posibilidad de ingresar a otro estado mental, el que acompaña a la lentitud y a la suavidad de la nieve. Un estado de inocencia, un soltar y dejarse llevar por entre las copas de los árboles.
Nada de eso ha ocurrido aún, sigo mirando las nubes.
miércoles, agosto 17, 2005
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