Le pedirè a mi àngel
Que se reuna con el tuyo
Para concertar un encuentro
En cualquier calle de esta ciudad.
Entre tu ventana y la mìa
Corre el extraño rìo del tiempo.
De noche, con la brisa de la reciente primavera
Me elevo sobre los tejados,
Sobre los ciruelos en flor,
Llego hasta tu calle solitaria
Iluminada por pàlidas luces amarillas.
Sobre el tendido electrico, hay un extraño ser
De lentes, sacando punta a sus gastadas flechas…
Nada que hacer, me dice
Por ahora serà mejor que regreses a casa.
Aùn hace frìo al amanecer.
Sus palabras parecen razonables.
Bueno, este es el primer viaje astral de la temporada
Y sigo creyendo que
Sòlo
Estos ojos pueden encontrar piedras preciosas
Bajo el ropaje de tu tristeza.
Los artistas italianos no pueden dejar de pensar en los àngeles
Un àngel no siempre es un bello joven alado, como el que engaño a Marìa.
Un àngel puede ser un gato, un perro, el viento sobre el lago, en los àrboles, sì, el viento de cualquier manera…
Los he visto bañandose en el rìo, junto a los sauces.
A menudo suelen estar dentro de una pintura o en una canciòn…
El Monje i 2006
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