domingo, noviembre 20, 2005

Concierto en el Parque






Nubarrones y calor.
Me acompañas.
Relámpagos y truenos...
Nos guarecemos bajo un Magnolio.
Estas descalza, tu vestido tiembla con la brisa.
Hablas sobre tu amante y ahora deseas seguir amando...
Sin embargo sólo nos dimos un
beso en aceite de boquerones...

Sisa promete en su mirada una hermosa recompensa.
Dinero para pintar un mes entero.
La busqué por todas partes.
Ella no llegó a la cita.
Por cierto, antes y después representó su papel con total convicción.
Del dinero nunca mas se hablo.
¿ Se quemo junto a las hojas secas?
O ¿Está enterrado bajo el árbol?

Muchos duermen aquí, en verano es el mejor lugar para dormir.
Elegiría ese lugar, no muy lejos de la puerta de salida.
Mirabas caer las hojas amarillas de los Alamos.
Placidez fugitiva rumbo a la incertidumbre.
Ese fue el comienzo del deambular por los parques.
Dormíamos mejor que en una casa con termitas.
Los zancudos no hacían mucho daño.
La brisa nos traía el alivio y el sueño.
En la mañana enrollamos nuestros sacos y
compramos fruta para desayunar.
El jardín de las rosas era mi preferido.
El Rococó atraía a viejas señoras y a novios en traje de bodas.
Delincuentes y sicóticos evadían el jardín.
La entrada era gratuita a ese lujoso recinto.
Perfecta posición a la hora del crepúsculo.
Serenidad y descanso.
En el jardín secreto.

1 comentario:

Passingcitizen dijo...

Una gran Foto para un gran Poema !