Para todos los que sacan nieve con la pala
El centro del verano es como un diamante que desearías encontrar.
“Los días soleados flamean como banderas ardientes”
¿ Y tú donde estás?
No es tiempo de obligaciones, quedan pocos días como estos...
Ahora de 3 a 7 cuando quema el sol, si aún no sabes como hacer, entonces cierra las cortinas y abre las ventanas, que entre algo de brisa, no hay mejor sonido que el chirriar de las ventanas del verano...
No es hora de salir en medio del trigal.
Cualquier paso en falso en el exterior es extraviarse en el calor y la luz...de nada sirve la realidad.
Entonces escucha música. Busca esos temas ya antiguos que nunca pones...
Espera paciente el atardecer, la luz precisa, entonces sal de casa y piérdete por los caminos polvorientos.
El centro del verano es como un diamante que quieres encontrar.
Esta noche desde el techo de la casa abandonada las estrellas parecen estar al alcance de la mano.
1 comentario:
Hace algunos años, desplazándome por una carretera próxima a Rancagua, montado en la carrocería de una vieja camioneta, olí duraznos maduros durante gran parte del trayecto, envuelto por la luz del atardecer de un día de verano. Entre 3 y 7 caminaba por las líneas del ferrocarril y me zambullía en un recodo del río, próximo a la Cuesta de Soto. Todo ello, con más o menos encanto, lo he podido reeditar en mi vida actual. Sin embargo la noche se me ha escapado. Las luces de la ciudad han dejado mis manos vacías de estrellas. Un apagón general, como los de antaño, podría volvernos a la realidad del cosmos nocturno, en estas ciudades saturadas de sodio y neón. O quizás un viaje al sur.
Maradentro
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