Me equivoque,en el museo no estaba la exposición de Fluxus, pero sí la de los Dandys.
Entonces me puse a mirar esa ropa de excelentes telas y mejores diseños.
Ese estilo contenido, que difumina la complejidad de las lineas.
Habían trajes antiguos y modernos y también accesorios: Sombreros, guantes, anillos, maquinas de afeitar, lociones, carteras...estuvo bien haber ido.
En una esquina habían revistas y libros de moda. Un excelente libro con fotos de teddy boys y la moda del rock’roll que imagine tirando por una ventana hacia la calle aunque en la sala no había ninguna ventana.
Brummel el primer dandy, fue un verdadero seductor y un artista.
Convenció a los aristócratas ingleses sobre un estilo en el vestir y en el parecer.
Mire mi propia ropa y pensé, sin falsa modestia, no estoy muy lejos de esto.
Aunque haya llegado a vestir así por necesidad y casualidad.
En la sala habían dos señores también con traje, uno me pareció encargado de cuidar la muestra y el otro no supe si era cuidador o espectador, quizás el pensó de mi lo mismo.
Cuando salí del museo parecía que recién había dejado de llover, el aire estaba limpio y fresco. Los cafés se mostraban acogedores tras las vidrieras. Pensé, prefiero pasar de largo y dejar intacta esas magnificas escenas, mas apropiadas para dos que para un solitario.
jueves, septiembre 15, 2005
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